A través de un cuidadoso y preciso proceso de micorrización, preparamos nuestras plantas para posteriormente plantarlas en los mejores campos de Aragón donde el clima, las condiciones de altitud y humedad, permiten el crecimiento de la mejor trufa del mundo.

Más de siete años después de su plantación en nuestros campos, las encinas empiezan a dar frutos. La recolección suele comenzar en noviembre y durar hasta marzo.

Tras la recolección, preparamos cuidadosamente nuestras trufas limpiándolas en cuanto salen del campo y envasándolas para su envío en menos de 24 horas. De este modo, las trufas llegan a su destino en perfecto estado y con todo su aroma.

Manteniendo estrictamente la temperatura entre 2 y 5 grados centígrados, distribuimos nuestras trufas envasadas en las mejores condiciones y a través de los servicios de transporte más eficientes, seleccionando las mejores empresas de distribución para cada destino.

Nuestras trufas llegan a su mesa en menos de 48 horas desde que se recogen de los campos. De esta forma podemos garantizar que el cliente recibe un producto de la mejor calidad, frescura, sabor y aroma.